12 de marzo de 2015

Telepatía



Hoy me gustría hablar sobre un fenómeno en el que muchas personas creen, la Telepatía, la cual junto con la precognición y la clarividencia es considerada como una forma de percepción extrasensorial (PES). La Telepatía (del griego τηλε tele, ‘distante’ y πάθεια patheia, ‘sentimiento’) no sugiere necesariamente transmisión de pensamiento, sino más bien de sentimientos y emociones.

Es bastante común que cuando pienso por ejemplo en llamar al alguien por teléfono, esa persona me diga que estaba pensando en mi, o en llamarme en ese instante, o viceversa. En estos casos hay que tener ene cuenta la estadística, ya que lo más probable es que este fenómento no se de en la mayoría de los casos. Si es habitual que llamemos a alguien diariamente, no es de extrañarse que se suceda la "coincidencia", pero me resulta interesante cuando sucede con personas a las que llamo o me llaman muy esporádicamente. También es verdad que le prestamos más atención cuando la "coincidencia sucede" y no cuando no pasa nada fuera de lo común, lo cual puede "engañarnos" de alguna manera haciéndonos creer que sucedió algo extraordinario, siendo que en realidad se está dentro de las probabilidades estadísticas.

Recuerdo la última ves que me sucedió, fue cuando le envié un mensaje de texto a un amigo que está a 180 km, en ese momento el me llama y me dice "...no te puedo creer, yo estaba escribiéndote un mensaje cuando me llega el tuyo, es muy fuerte, por eso te llamé...".
He notado que este tipo de fenómeno sucede (al menos en mi caso) con personas con las cuales tengo un cierto vínculo emocional.

Muchos científicos han realizado investigaciones para intentar pobar la existencia de la telepatía.
El científico Rupert Sheldrake ha realizado investigaciones científicas controladas para hacer un análisis estadístico de los resultados, lo cual permite saber si es la casualidad la que explica el fenómeno.

A continuación, un resumen de Investigaciones Experimentales sobre Telepatía por Teléfono por Rupert Sheldrake.

Muchas personas afirman saber quien llama antes de atender el teléfono, o haber pensado en alguien sin razón aparente, y la persona luego llama. Llevamos cabo una serie de experimentos para testear si la gente podía o no decirnos realmente quien estaba llamando por teléfono. Cada participante tuvo cuatro posibles “llamadores” potenciales, y cuando el teléfono sonaba se les invitaba a decir quien estaba llamando antes que la otra persona hablara. La probabilidad estadística de éxito se calculó en un 25% de un total de 571 ensayos, involucrando a 63 participantes. El resultado global fue del 40% con un 95% de confiabilidad dentro de los límites entre 36 a 45%. El efecto fue altamente significativo (p= 4x10-16 ). Investigamos subsiguientes pruebas con cuatro participantes bajo condiciones más rigurosas, de las cuales fueron grabadas en video las sesiones experimentales, y estas videocintas evaluadas en forma independientemente por un sujeto a “ciegas” de los detalles experimentales. De un total de 271 ensayos grabados en video, el rango de éxito fue de 45% (p= 1x10-12). El nivel de confiabilidad fue de un 95% dentro de un rango de éxito de entre el 39% al 51%. Los participantes tuvieron mucho más éxito con llamadas de familiares que con llamadas de extraños y esta diferencia fue estadísticamente significativa. No hubo efecto de declinación con la distancia, aún cuando algunos llamadores se encontraban a 18.000 km. de distancia.

Para descargar información completa en español aquí en PDF.

Rupert Sheldrake también ha realizado investigaciones sobre la supuesta telepatía en animales, ya que se han documentado en video casos de animales que predicen cuando sus dueños se dirigen a su casa (aunque se encuentren a kilómetros y no sigan una rutina diaria), y los esperan en la puerta.
Este fenómeno es bastante comúm, recuerdo que un amigo que me contaba que observaba este fenómeno en su gata “Kitty”, ya que miembros de la familia le decían que sabía cuando estaba por llegar, por que “Kitty” minutos antes de dirigía a esperarlo en la puerta.

Enlace a la página de Rupert Sheldrake.

Otros estudios fueron posteriormente realizados por Dick Bierman y Eva Lobach de la Universidad de Amsterdam. Ambos psicólogos replicaron los estudios de Sheldrake de telepatía telefónica. Ellos encontraron además experimentalmente una correlación entre la hora sidérea local (las 13:30) y la capacidad de saber quien llama. Bierman y Lobach seleccionaron seis mujeres que habían tenido la experiencia de telepatía telefónica. Los participantes entonces eligieron a amigos y familiares cercanos para actuar como "llamadores". El estudio incluyó 36 ensayos, seis sesiones de seis ensayos cada uno, tres sesiones en "hora pico" (entre las 8 y las 9.00 en tiempo local) y tres personas en "hora no-pico" (entre las 17:30 y las 18:30, hora local). Uno de los experimentadores estaba en la casa de los participantes durante las sesiones, pero se aseguró que no hubiera ninguna comunicación irregular entre los llamadores y las "receptoras" para evitar cualquier manipulación o engaño, por ejemplo, usando celulares u otros dispositivos. En otro lugar, el otro experimentador usaba un dado para seleccionar al azar a un llamador, cinco minutos antes del ensayo. Entonces, el experimentador le pedía al llamador que llamara a la receptora en cinco minutos, y concentrara todos sus pensamientos en ella los últimos dos minutos antes de hacer el llamado. Cuando el teléfono sonaba en la casa de la receptora, ella adivinaba y le comunicaba al experimentador quien pensaba que la estaba llamando antes de levantar el tubo. Los análisis mostraron que, en hora no-pico, hubo un promedio de 29% de aciertos, significativamente superior al 25% esperado por azar, en tanto que en hora pico este promedio se elevó al 34%. Los investigadores concluyen diciendo que "estos resultados proporcionan cierto apoyo a la hipótesis de que el Tiempo Sidéreo está relacionado con la telepatía, y que incluso favorece la comunicación telepática, sobretodo cuando hay un componente emocional involucrado."

Descargar completo en PDF en inglés.

Así pues, parece ser que la telepatía tiene mucho que ver con la afinidad emocional o empatía entre los sujetos sometidos a estos estudios.

Un día, yo estaba pensando en que interesante sería poder colocar en mi casa un generador eólico para obtener energía limpia. En ese momento, mi pareja que estaba durmiendo, se despierta y me dice:"... estaba soñando que ponías un generador eólico, y los vecinos te decían que querían uno igual...". Es interesante notar que en este caso, ni siquiera la otra persona estaba despierta mientras yo tenía esa idea del generador.

Entre 1962 y 1978, el psiquiatra Montague Ullman estableció un laboratorio del sueño en el Maimonides Medical Center (Brooklyn). Su equipo de investigación realizó estudios formales de ESP en sueños.
En los experimentos, un receptor dormía en una sala del laboratorio, aislada de sonidos y de ondas electromagnéticas. Se registraba su actividad electroencefalográfica y sus movimientos oculares. El receptor iva a una habitación, y no tenía más contacto con ningún experimentador hasta la mañana siguiente (sólo mediante un intercomunicador del receptor hacia el experimentador). Cuando el receptor estaba dormido, se seleccionaba un objetivo al azar (normalmente imágenes) de un fondo de varios posibles, seleccionados todos ellos por su intensidad emocional, viveza, color y simplicidad. El objetivo era entregado en un sobre sellado al otro sujeto del experimento (el emisor), quien era encerrado en otra sala aislada en el edificio (en algunos estudios, en otro edificio). La actividad del movimiento ocular del receptor era continuamente registrada, y cuando entraba en sueño REM, se le indicaba al emisor (a través de un zumbido). Entonces el emisor abría el sobre e intentaba transmitir el contenido de la imagen al receptor. A final del periodo REM el receptor era despertado (a través de un intercomunicador) y se le pedía que describiese el sueño que había tenido.

Todas las respuestas del sujeto de cada periodo REM, y la respuesta que daba del recuerdo del sueño por la mañana, eran registradas. El emisor oía, a través de un altavoz, la descripción del sueño que hacía el emisor. Una vez que el recetor había contado su sueño, volvía a dormir, y el proceso se repetía en cada periodo REM, siendo el objetivo utilizado durante toda la noche el mismo, es decir, la misma imagen. Por la mañana, al receptor se le mostraban normalmente entre 8 y 12 imágenes, siendo una de ellas la imagen objetivo, y en función de sus impresiones durante el sueño, seleccionaba la que creía que correspondía. El receptor seleccionaba un índice para cada imagen (inicliamente la escala era de 1-5, pero luego se llegó a usar una escala de 1-100), y las colocaba en orden de acuerdo con su correspondencia con su sueño. Las transcripciones completas de los sueños y el conjunto de imágenes que habían sido mostradas al sujeto eran enviadas a jueces independientes para que realizaran un juicio similar sobre la similitud de las imágenes y el contenido del sueño. Si, por ejemplo, hay 8 imágenes, los jueces puntuarán entre 1 y 8 en función del parecido que observen entre cada imagen y la transcripción del receptor. Se combinaban las evaluaciones de los diferentes jueces. Un ensayo era un “éxito” si la imagen objetivo había sido evaluada en la primera mitad del conjunto (entre 1-4), y un “fallo” si era situada en la segunda mitad (entre 4-8). Se evaluaban estos resultados para ver si eran significativamente mayores o menores que lo esperado por azar (MCE). El índice de acierto por azar es del 50%.

Concluyó que “el resultado está claro. Varios segmentos de los datos, considerados separadamente, arrojan evidencia significativa de que los sueños tienden a parecerse a la imagen elegida aleatoriamente como objetivo más que lo que se parecen a otras imágenes del total”.

Más detalles de todos estos experimentos en inglés aquí.

En estos experimentos y en otros, se emplearon lugares aislados de ondas electromagnéticas, lo cual aparentemente descartaría el campo electromagético como medio de transmisión para los fenómenos PES. Pero estos fenómenos (en caso de existir realmente) requieren un medio para intercambiar la información, y hasta la fecha no se sabe nada al respecto más que especulaciones.

¿Entonces si suponemos su existencia, a través de que medio se manifiesta?

Cada campo en la naturaleza posee bosones asociados, por ejemplo en el campo electromagnético está el Fotón que es la partícula portadora de todas las formas de radiación electromagnética, y analógicamente se supone para el campo gravitacional el Gravitón, el cual es una partícula hipotética ya que no nunca ha sido observada directamente.
¿Existirá entonces algún tipo de Campo Mental?

Quien parece estar más cerca de probar una relación entre la mente y la física cuántica, es Sir Roger Penrose. Establece un criterio científico objetivo que involucra a la única interacción física desligada del Modelo Estándar: la gravedad cuántica. Propone que ante un estado de superposición cuántica, el mismo espacio-tiempo permanece en un estado de indefinición cuántica hasta que se establece una diferencia de energía superior al quantum de gravedad (Gravitón). Entonces se produce el colapso de los espacio-tiempo cuánticos en un espacio-tiempo clásico donde se obtiene el valor determinado tras la medida. Finalmente, el observador toma conciencia de este estado.
Hay que destacar que el Sr. Penrose deja claro que la reducción cuántico-clásica es un proceso físico objetivo pautado por el criterio del gravitón, ajeno a cualquier subjetivismo que involucre la conciencia. Dice que el estado consciente es una consecuencia de este proceder físico de la materia y que de algún modo, la mente debe reproducir estos mecanismos físicos para producir los estados de conciencia. Según sus palabras: "...Tener una "materia mental" externa que no está sometida a leyes físicas es salirnos de algo que podría llamarse razonablemente una explicación científica..."
Esta es la visión más aceptada por la comunidad cientifica, ya que no requiere de un hipotético Campo Mental, lo cual requeriría además de una partícula asociada a la que arbitrariamente podríamos llamar por ej."Mentalón".

Por otro lado, para algunos científicos no es disparatada la idea de que existan partículas semejantes a los Neutrinos, que actúan como portadoras de la señal telepática. El astrónomo Axel Firsoff las llegó a bautizar con el nombre de “mindones” (un derivado del vocablo inglés “mind”, mente), y el matemático Adrian Dobbs decidió llamarlos “psitrones”. 
El Dr. Rupert Sheldrake si cree en la existencia de un Campo Mental, y realizó trabajos de investigación sobre lo que denominó campos mórficos (enlace en inglés).
Dice "...los campos mórficos de un grupo social conectan a los miembros del grupo aunque estés separados por millas, y proveen un canales de comunicación que mantiene unidos a los diferentes organismos...., ahora hay buena evidencia de que muchas especies de animales son telepáticos, la telepatía parece ser normal en la comunicación animal...., también es común entre la gente y sobre todo entre aquellos que se conocen bien"

Bueno creo que hay mucho por investigar aún, para que la Telepatía y los demás fenómenos PSI nos revelen su verdadera naturaleza, ya sea una especie de fantasía colectiva producto de casualidades aisladas y fraudes, o un fenómeno real de la naturaleza.

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