19 de marzo de 2017

Creer o no creer...


Si alguien me pregunta si creo en Dios, lo primero que viene a mi mente es ¿qué querrá decir esta persona cuando se refiere a Dios?, ¿cuál será su concepto de "Dios"?. Esto, aunque parezca obvio, en realidad no lo es. La forma de definir "Dios" difiere para cada uno de acuerdo a la época, la cultura, la creencia religiosa, etc. Si bien personalmente no creo en las doctrinas religiosas, si me parece interesante escuchar las formas particulares de entender el concepto de "Deidad" o "Dios", si es que existe dicha creencia. Creo que la descripción que cada uno aporta, dice mucho sobre su persona y su manera de entender la existencia misma.
Frente a este tipo de cuestiones encontramos tres grandes grupos:
Creyentes o Teístas: aquellos que creen en la existencia de algún tipo de deidad.
Agnósticos: no creen que sea posible decir que existe alguna deidad pero tampoco negar su existencia.
Ateos: no creen en la existencia de ninguna deidad.
Existe además (entre otros) el término Ignóstico (algunos lo consideran una forma de agnosticismo), que se refiere a que antes de tener una postura sobre la existencia o no de algún "Dios" hay que saber qué es aquello a lo que se llama "Dios", es decir cuál sería su definición. Recién entonces podríamos decir cuál es nuestro punto de vista respecto de esa definición en particular, ya sea, creo (creyente), no creo (ateo), lo desconozco (agnóstico), u otra posibilidad.


Personalmente puedo considerarme Ignóstico, esta postura me permite indagar cada posibilidad de manera independiente sin tener una postura previamente tomada sobre el tema. Creo entonces que no es posible hablar de la existencia, o la inexistencia de algo que carece de una definición clara previamente establecida.

Supongamos que la definición de Dios parte de una religión como por ejemplo la
Católica. No creo en las historias de algún
Señor que está en el cielo y nos observa a ver si nos portamos bien de acuerdo a ciertos
lineamientos arbitrarios. Tampoco que el hombre haya sido creado por alguna Deidad antropomórfica
en cuestión de días, más bien pienso que es el Ser Humano quien crea ese tipo de Deidades
para llenar algún vacío existencial aportándole a las mismas emociones, motivaciones y otras
cualidades netamente humanas.
No obstante, entiendo que por alguna extraña razón en muchos existe la
necesidad de creer, tal vez en algo que de consuelo, esperanza, o quizás
una guía o compañía. Podría ser algo que llene espiritualmente y posiblemente también quite
el miedo a la muerte, mediante la promesa de una vida eterna.

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